La glándula tiroides es el “controlador maestro” del metabolismo.
¿Cuál es la función de la tiroides?
La principal tarea de la glándula tiroides es producir unas sustancias llamadas hormonas tiroideas. Estas hormonas son esenciales para controlar el modo en que tu cuerpo usa la energía. ¿Te suena el término “metabolismo”? El metabolismo se refiere a todos los procesos físicos y químicos del cuerpo que convierten o usan energía. Las hormonas tiroideas son las encargadas de mantener el correcto funcionamiento del metabolismo. Gracias a ellas se regulan funciones tan básicas como la temperatura de tu cuerpo, el ritmo cardíaco, y el buen funcionamiento del cerebro, los músculos y otros órganos.
Las dos hormonas tiroideas más importantes son la T4 (tiroxina) y la T3 (triyodotironina). Éstas se liberan en tu sangre y se distribuyen por todo el cuerpo, actuando como mensajeras para mantener en orden múltiples procesos vitales. La T4, que es la principal hormona producida por la tiroides, necesita convertirse en T3 para ser activa. Este proceso ocurre principalmente en el hígado y ciertos tejidos, como el cerebro. La T3 es la que realmente trabaja para mantener todo en equilibrio.
¿Cómo se controla la producción de hormonas tiroideas?
La tiroides no trabaja sola; tiene una especie de “jefa” que la regula: la glándula hipófisis (o pituitaria). Esta glándula, situada en el cerebro, supervisa cuánta hormona tiroidea circula en tu sangre y, de acuerdo con esto, envía una señal llamada TSH (hormona estimulante de la tiroides). Cuando hay poca cantidad de T4 o T3 en tu sangre, la hipófisis produce más TSH, lo que le indica a la tiroides que tiene que producir más hormonas. Por el contrario, si ya hay suficientes hormonas tiroideas circulando, la hipófisis baja los niveles de TSH y así la tiroides deja de trabajar tanto. Es como si fuera un termostato: si hace frío en la habitación, el termostato enciende la calefacción. Cuando la temperatura sube lo suficiente, el termostato la apaga. De esta manera, el sistema se mantiene siempre en equilibrio.
¿Qué pasa si la tiroides no funciona bien?
A veces, la tiroides puede comportarse de forma inusual y producir demasiadas o muy pocas hormonas. Dos causas comunes de afectación de la tiroides son:
¿Cómo se evalúa la función de la tiroides?
Si tu médico sospecha que algo anda mal con tu tiroides, seguramente te pedirá un análisis de sangre para medir tus niveles de TSH, T4 libre y, en algunos casos, T3. Estas pruebas son muy comunes y sencillas de realizar.
¿Cómo se manifiestan los problemas de la tiroides?
Además del hipotiroidismo y el hipertiroidismo, a veces la tiroides puede crecer de forma anormal. El aumento de tamaño de la glándula tiroides se le llama bocio. Tener bocio no siempre significa que tu tiroides está funcionando mal, simplemente indica que algo está causando un crecimiento anormal de la glándula. Puede aparecer tanto en personas con hipertiroidismo, hipotiroidismo como incluso en quienes tienen niveles normales de hormonas tiroideas.
Los síntomas, cuando hay una alteración de la glándula tiroides, pueden ser muy variados y, en muchos casos, sutiles. Algunos de los más comunes incluyen:
Si notas alguno de estos síntomas y crees que tu tiroides puede estar descontrolada, lo mejor es consultarlo con tu médico. Recuerda que una simple prueba de sangre puede ayudar a detectar si algo se asocia con problemas de la tiroides.
Mantén tu tiroides saludable
El cuidado de la tiroides es importante, ya que esta pequeña glándula influye en casi todos los sistemas de tu cuerpo. Mantener una dieta balanceada que incluya yodo, ya que este mineral es fundamental para la producción de hormonas tiroideas, puede ser de gran ayuda. Además, si tienes antecedentes familiares de problemas tiroideos o sientes que algo en tu cuerpo no está funcionando como debería, no dudes en pedir una evaluación médica.
La tiroides es como el motor invisible de tu cuerpo, y cuando funciona bien, ni la notas. Pero si algo falla, los efectos pueden sentirse en todo tu organismo. Aunque no todas las alteraciones de la tiroides tienen cura, con un diagnóstico y tratamiento correctos, la mayoría pueden manejarse de manera efectiva.
RL-NONT-00019, Mar/24
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