La glándula tiroides es el “controlador maestro” del metabolismo.
Hipertiroidismo: el exceso de energía
El hipertiroidismo aparece cuando la tiroides se vuelve hiperactiva y produce demasiada cantidad de hormonas tiroideas. Estas hormonas son las responsables de regular la velocidad a la que nuestro cuerpo realiza diversas funciones. En otras palabras, controlan el “ritmo” del organismo. Cuando hay un exceso de estas hormonas, todo en el cuerpo se acelera, lo que puede resultar en una serie de síntomas molestos.
¿Qué síntomas puedes tener si tienes hipertiroidismo?
La principal causa de hipertiroidismo es la enfermedad de Graves Basedow, una condición autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca a la glándula tiroides, lo que la estimula para producir más hormonas de las que debería. Esto puede causar, además de todos los síntomas ya mencionados, que los ojos se vean prominentes o abultados debido a la inflamación alrededor de ellos. Esta oftalmopatía en presencia de hipertiroidismo, es bastante distintiva de la enfermedad.
Hipotiroidismo: cuando falta energía
El hipotiroidismo es exactamente lo opuesto. En lugar de una tiroides hiperactiva, aquí la glándula trabaja a un ritmo mucho más lento de lo normal, produciendo menos hormonas tiroideas. Esto significa que el metabolismo también disminuye, lo que afecta a muchas funciones corporales importantes.
¿Cuáles son los síntomas de la tiroides que no produce suficientes hormonas?
Al igual que el hipertiroidismo, el hipotiroidismo tiene diversas causas. Una de las más comunes es la enfermedad de Hashimoto, otra condición autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca la glándula tiroides, dañándola, lo que reduce su capacidad para producir hormonas.
Diagnóstico: ¿Son los síntomas suficientes?
La diferencia entre el hipotiroidismo y el hipertiroidismo está en la cantidad de hormonas tiroideas (T3 y T4) que produce la tiroides. En el hipertiroidismo, la glándula produce en exceso, mientras que en el hipotiroidismo, produce muy poco. Aunque los síntomas pueden alertar al médico sobre un posible problema de tiroides, el diagnóstico definitivo se confirma mediante un estudio de laboratorio (una muestra de sangre en la que se midan los niveles hormonales).
Además de las hormonas T3 y T4, se analiza la TSH (hormona estimulante de la tiroides), que proviene de una glándula (hipófisis) que está en la base del cerebro y regula la actividad de la tiroides. En el hipotiroidismo, la TSH suele estar alta en la sangre, porque el cuerpo trata de estimular a la tiroides para que aumente la producción de hormonas. En el hipertiroidismo, en cambio, la TSH está baja, ya que el organismo detecta el exceso de hormonas tiroideas y reduce la señal para que la tiroides produzca menos.
¿Cuál es el tratamiento en estos casos?
El tratamiento para el hipertiroidismo puede incluir medicamentos antitiroideos que frenan la producción excesiva de hormonas. En los casos más graves, se puede recurrir a la terapia con yodo radiactivo para reducir la actividad de la tiroides. En ocasiones, es necesaria una cirugía para remover parte o toda la glándula tiroides. Algunos pacientes que reciben tratamiento para el hipertiroidismo acaban desarrollando hipotiroidismo a largo plazo.
Por otro lado, el tratamiento del hipotiroidismo es mucho más sencillo. Generalmente, se trata con una dosis de hormona tiroidea sintética (levotiroxina) todos los días, que reemplaza lo que la glándula ya no puede producir. Este tratamiento es efectivo y permite que las personas con hipotiroidismo lleven una vida completamente normal.
Hipotiroidismo o hipertiroidismo ¿cuál es peor?
Si no lo tratas, el hipotiroidismo puede derivar en complicaciones graves a largo plazo como enfermedades cardíacas, infertilidad y, en casos extremos, coma mixedematoso, ¡que puede ser potencialmente mortal! El hipertiroidismo no tratado, también afecta al corazón y puede llevar a una tormenta tiroidea, una emergencia médica en la que el paciente debe recibir atención inmediata y ¡también existe riesgo de vida! Podríamos decir entonces, que es peligroso tanto el hipotiroidismo como hipertiroidismo, no tratados correctamente, ya que ambos pueden tener consecuencias graves para la salud.
Dos caras de una misma moneda
El hipertiroidismo y el hipotiroidismo son dos caras de la misma moneda: ambos trastornos representan una alteración de la función de tu tiroides, pero lo hacen de maneras opuestas. Mientras que el hipertiroidismo acelera todos los procesos del cuerpo, el hipotiroidismo los ralentiza. Detectar y tratar estos desequilibrios hormonales a tiempo es clave para mantener un buen estado de salud. Si notas cambios en tu energía, por ejemplo, u otros síntomas que puedan indicar un mal funcionamiento de tu tiroides, es importante que consultes con un médico que pueda ayudarte a determinar si esta glándula está trabajando correctamente. Si así no fuera, es él quien te indicará cómo proceder para corregirlo.
RL-NONT-00019, Mar/24