La glándula tiroides es un órgano pequeño, pero con un gran impacto.
El papel del yodo en la salud tiroidea
El yodo es esencial para que la tiroides funcione correctamente, ya que permite la producción de sus hormonas. Tu cuerpo no fabrica este mineral de forma natural, así que debes obtenerlo a través de los alimentos. Algunos de los mejores aliados ricos en yodo son los pescados de mar, los mariscos, las algas y los lácteos. También la sal yodada puede ser una fuente confiable, siempre y cuando se utilice con moderación.
Es importante recordar que, aunque el yodo es vital, es esencial el equilibrio; consumir yodo en exceso puede ser contraproducente para la función tiroidea. Por eso, lo mejor es mantener un equilibrio adecuado según las recomendaciones de tu médico.
Es común preguntarse cuáles son los síntomas de la tiroides cuando hay deficiencia de yodo, pero éstos no siempre son claros. Si bien una dieta equilibrada suele cubrir los requerimientos diarios, es importante que tu médico evalúe tus necesidades específicas para prevenir problemas de la tiroides.
El papel protector del selenio
El selenio es otro nutriente clave para el funcionamiento de la tiroides. Este mineral ayuda a proteger la glándula del daño y participa en la activación de las hormonas tiroideas. Puedes encontrar selenio en alimentos como castañas de Pará o nueces bolivianas (Bertholletia excelsa), pescados, mariscos, huevos y cereales integrales.
En algunos casos, los niveles bajos de selenio pueden asociarse con mayor riesgo de alteraciones tiroideas, pero antes de tomar cualquier suplemento, como siempre, es esencial que hables con tu médico. Consumir alimentos ricos en este mineral es, en la mayoría de los casos, suficiente para mantener niveles saludables.
Crucíferas: ¿amigas o enemigas?
Las verduras crucíferas, como el brócoli, la coliflor, el repollo y el kale, tienen fama de ser “problemáticas” para las personas con una tiroides alterada. Esto se debe a que contienen compuestos que pueden interferir con la absorción de yodo. Sin embargo, el problema aparece sólo si las consumes crudas y en grandes cantidades. ¿De modo que no es necesario que las elimines de tu dieta! Al cocinar estas verduras, los compuestos que alteran la absorción de yodo se inactivan, permitiendo que sigas disfrutando de sus beneficios nutricionales sin afectar tu salud tiroidea. Consumirlas con moderación, como parte de una dieta equilibrada, es una excelente opción, ya que son ricas en fibra, vitaminas y antioxidantes.
¿Tienes hipotiroidismo? Alimentos que es conveniente evitar
Algunos alimentos y sustancias pueden dificultar el funcionamiento de tu glándula tiroides o interferir con los medicamentos para la tiroides. Es recomendable limitar:
Esto no significa que se trate de “comidas prohibidas”, recuerda que la clave está en el equilibrio. Una dieta basada en productos frescos y mínimamente procesados te ayudará a mantenerte saludable.
Alimentos que sí benefician a tu tiroides
Llenar tu plato con alimentos ricos en nutrientes puede marcar la diferencia en cómo te sientes. Algunas recomendaciones incluyen:
Un enfoque balanceado incluyendo comidas para tu tiroides, te dará energía y mejorará tus síntomas.
Cuándo y cómo comer también importa
La hora y la forma en que consumes ciertos alimentos o medicamentos puede afectar su eficacia. Por ejemplo, los medicamentos para el hipotiroidismo suelen absorberse mejor en ayunas y alejados de comidas que contengan calcio, hierro o sean ricos en fibra, que pueden interferir con su absorción. Además, dividir tus comidas en porciones pequeñas y frecuentes podría ayudarte a manejar mejor los cambios en tu metabolismo.
¿Y los suplementos?
Aunque ciertos suplementos pueden ser útiles en casos específicos, como selenio o vitamina D, no todos son necesarios para todas las personas. Además, algunos, como el calcio o el hierro, pueden interferir con la absorción de medicamentos, incluso del que tomas para el hipotiroidismo si se toman juntos. Por eso, es muy importante que consultes siempre a tu médico antes de incorporar cualquier suplemento a tu rutina.
Más allá de la dieta: el impacto del estilo de vida
El cuidado de la tiroides no termina en la cocina. Un estilo de vida saludable que incluya actividad física regular, manejo del estrés y un buen descanso también contribuye al equilibrio hormonal. El ejercicio moderado puede ayudarte a manejar el aumento de peso y la fatiga, síntomas comunes del hipotiroidismo. Por otro lado, técnicas de relajación como la meditación pueden disminuir los efectos negativos del estrés en la función tiroidea.
El equilibrio es la clave
Adaptar tu alimentación al hipotiroidismo no significa que tengas que seguir una dieta restrictiva. Al contrario, se trata de construir un patrón alimenticio variado, equilibrado y lleno de opciones deliciosas que apoyen el trabajo de tu tiroides y promuevan tu bienestar general. Sin embargo, recuerda que el verdadero tratamiento de la tiroides hipoactiva no es nutricional, sino médico. Tu alimentación es sólo un complemento.
Cada pequeño cambio en tu dieta puede sumar en grande para tu salud. Así que, ¿por qué no empezar hoy? Una simple decisión, como elegir pescado en lugar de alimentos procesados o cocinar tus crucíferas en lugar de comerlas crudas, puede ser el primer paso hacia una mejor calidad de vida. ¡Tu tiroides te lo agradecerá!
RL-NONT-00019, Mar/24